Y cada vez que el narrador intentaba, seca ya la fuente de su inspiración dejar la narración para el día siguiente, y decía: "El resto para la próxima vez", las tres, al tiempo, decían: "¡Ya es la próxima vez!"

Alicia en el país de la maravillas. Lewis Carroll

jueves, 25 de febrero de 2010

Eterna Pasión


…y del Hijo, y del Espíritu Santo, amén. Así como María Magdalena, o fue María quien lloró frente a su lánguido cadáver, seguimos hoy llorando por Él. ¡Ay mujer, ya es hora de que te quites tu velo negro! ¡Ya no seas ingenua mujer! Cuántos Cristos siguen muriendo a diario, Cristos a quienes nos besarías sus llagas ni limpiarías su sudor. Cristos con hambre y sin corona; Cristos pasados los treinta, y otros que no han llegado a los diez. Cristos con frío, Cristos que buscan dónde dormir. Cristos de piedra y plata, y Cristos para colgar. Cristos para el dije de la cadenita de oro, que tal vez un crucificado de arrebatará.
Adriana Camacho

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