Y cada vez que el narrador intentaba, seca ya la fuente de su inspiración dejar la narración para el día siguiente, y decía: "El resto para la próxima vez", las tres, al tiempo, decían: "¡Ya es la próxima vez!"

Alicia en el país de la maravillas. Lewis Carroll

jueves, 25 de febrero de 2010

MELACOLIA I


Tu lucha es constante, buscas la simplicidad mas que lo abstracto en tu vida , la razón es algo que la vida misma quizás no entiende, te confunde y no hallas coherencia, tus acciones en ocasiones no tienen sentido, a tu existencia aún no le encuentras el camino que una vez le trazaste, buscas incansablemente respuestas a tu alrededor, la historia no te puede engañar, la creación misma de la naturaleza se te dio con una meta en tu vida que no es otra que alcanzar tus sueños, sueños que quizás ves truncados precisamente porque a la luz de tus ojos el conocimiento no es suficiente para realizarse como un ser lleno de felicidad, es entonces cuando replanteas si la lógica misma de las cosas pasan por diferentes métodos que fundamentan la existencia de un fin, tu vida no puede se tan ilógica si utilizaste apropiadamente aquellos métodos pero no encontraste la esencia de ese fin. Los números corren por nuestra vida haciendo una representación estadística de lo que somos, entonces si la claridad manifiesta de las cosas son demostrables por que se te dificulta escalar por la vida, llegar a la absoluta convicción que existe las cosas adecuadamente, que el tiempo que invertiste en tus proyectos y la manera como utilizaste las herramientas fueron acertadas, aún nadas en el dilema si podrá adquirir esa sabiduría que te lleve por el sendero de la plenitud, pero que te sucede ¿será que acaso la balanza de tu vida jamás la equilibraste entre lo justo y lo injusto? Dejaste pasar lo verdaderamente importante, pues bien, es hora de que luches con tu espada así como un caballero lucharía por su honor y claves de nuevo en tu vida la esperanza, esa ilusión que te permita volver a soñar con tu felicidad y que las campanas al amanecer repiquen anunciando tu voluntad de triunfar y poder así, escribir los buenos tiempos que llegaran a tu vida.

Santiago Arango Gómez

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