Y cada vez que el narrador intentaba, seca ya la fuente de su inspiración dejar la narración para el día siguiente, y decía: "El resto para la próxima vez", las tres, al tiempo, decían: "¡Ya es la próxima vez!"

Alicia en el país de la maravillas. Lewis Carroll

sábado, 20 de febrero de 2010

Sherlock Holmes.

Un Holmes aparentemente vagabundo, inestable anímicamente y un poco dependiente pero, hábil y único en su que hacer es el Sherlock que muestra Ritchie; también lo hace ver como un hombre frio, tosco y a la vez apasionado por lo que hace, por los casos, por la investigación, un personaje que en medio de todo, también tiene carisma y sentimientos, en este caso de amistad. Un cariño profundo y hasta celoso por su amigo y compañero Watson, una relación de amistad profunda es la que percibe en la película, quizá un poco celosa por parte de Holmes, notable en el momento que en su incondicional amigo le presenta su novia, un hombre que solo tiene la investigación como el motor de su vida.

El hombre del labio retorcido es uno de los cuentos de Conan Doyle, donde Holmes es un personaje más serio, centrado, más responsable, más comprometido con la investigación, en esta ocasión no es Watson quien lo motiva para resolver una caso, esta vez, él, ha tomado las riendas de un nuevo hecho, en el que por supuesto su amigo está presente, aunque su encuentro haya sido por casualidad.

Esta nueva cara del detective en el caso “el hombre del labio retorcido”, es la de un Holmes que sigue siendo dependiente de la amistad de Watson pero en esta nueva versión es un poco más seria que en la película, una amistad más respetuosa y hasta quizá un poco fría pero igual de incondicional. Aunque es notable en esta relación detective- asistente, el inmenso poder de influencia que tiene Sharlock sobre Watson para involucrarlo siempre en sus casos, o en su caótica vida como en la película.

Marcela Toro Jurado.

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