Y cada vez que el narrador intentaba, seca ya la fuente de su inspiración dejar la narración para el día siguiente, y decía: "El resto para la próxima vez", las tres, al tiempo, decían: "¡Ya es la próxima vez!"

Alicia en el país de la maravillas. Lewis Carroll

viernes, 23 de abril de 2010

El Cornudo

-Imaginate lo que me contó Susana la hermana de Josué saliendo de la Ermita del niño Jesús.
-Ja!! Esa que no se pierde media
-Jmm Si, ni siquiera respetó que estuviéramos frente a San Juan.
-Haber cuente pues
-Como te parece que me contó que hace como dos semanas Josué salía de arrendamientos Sta Fe porque estaba tratando de negociar cómo pagaba a cuotas el arriendo.

-A cuotas? Y qué le pasó? No que le pagaban muy bien en la Universidad de Medellín
-A mija ud sabe que caras vemos corazones no sabemos y menos los bolsillos, además, que trabajara en un puesto directivo pero trabajando de profesor no es que le vaya muy bien y eso que se había pasado del Poblado para Carlos E dizque para vivir más cerquita del trabajo y ahorrarse una platica y ni así porque además vendió el carro y ahora le toca andar en una Vespa.
-Ahhh como así entonces está dura la cosa, bueno y ¿qué pasó?
-Bueno, entonces cuando él salía vió en el restaurante Inka a Elisa, su ex –esposa con otro hombre vestido muy elegante, él se quedó ahí parado, muy sorprendido porque no la veía desde que ella lo dejó sin decirle nada.
-Ahhh que pesar Josué, dar con una mujer tan interesada.
-Si es cierto porque cuando vió que no le era suficiente el sueldo del pobre hombre salió corriendo y después en una carta la muy cínica le dice que la falta de comunicación había deteriorado la relación, aH!! QUE TAL.
-No, no, no estas parejas de ahora si ve, no saben por qué se casan.
-Pero espere que todavía falta lo peor, el pobre Josué se quedó ahí parado observando para donde se iban y casi se desmaya cuando vió que cuando Elisa se paró de la mesa tenía el vientre gigante… estaba en embarazo
-Ayy no, que descarada
-Si, ese pobre Josué bien enamorado, trabajando duro para comprarle una casita y le tocaba sacar de la quincena dinero para poder salir de paseo porque según ella estaba muy deprimida en la casa y la descarada de Elisa le decía que ir al parque Explora o al Jardín Botánico no era paseo, ella le hacía sacar los ahorros de la casa para irse dizque de paseo a Las Bahamas y él bien bobo le cumplía los caprichos.
-Para que vea, Dios le da pan al que no tiene dientes de finitivamente.
-Si, y tan conchuda porque se le olvidó quién era ella, una simple empleada del Kiosko Los Molinos que vendía la boletería para los partidos del domingo en el estadio y su mayor aspiración en la vida era poder casarse algún día con un hombre parecido a Ricky Martin, así o mas hueca. Pero cuando Josué le cambió la cerveza por una copa de Gato Negro, ya se creía de la clase alta y que merecía lo mejor.
-Hay pobre hombre, ojalá la vida le mejore porque no se merece tanta desgracia junta.
-Si eso esperamos todos, bueno maruja nos vemos lueguito que el fogón lo dejé en bajo.


ANA MARÍA MENDOZA PELÁEZ

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