la despedida

Todo empezó cuando un grupo de suricatas se rebeló contra la reina sor, ya que comunico como decreto la prohibición de fiestas en todo el reino.
Las amigas de tina mandaron una petición a la reina sor para que les dejara hacer una despedida de soltera ya que tina se casaba, pero esta negó el permiso, tina era la primera del grupo que daba ese gran paso y por eso todas las suricatas estaban entusiasmadas, pero ellas a partir de la negación de la reina por las fiestas decidieron partir hacia la jungla, en el camino escucharon hablar a un hipopótamo de la disco jungla que habían descubierto, el grupo de suricatas escuchó y decidieron preguntarle, saliendo a su alcance y cuando lo tenían cerca le preguntaron en donde y cuando se realizaría la disco jungla y el hipopótamo antes de contarles el secreto hizo que las suricatas se pararan en una pata y juraran: juran ayudar y guiar a todos los animales jungli- rumberos por el camino hacia la disco rumba. Juran!, respondieron todas, juramos!!! , entonces el hipopótamo las guió por el centro de la selva mostrándoles una gran cueva, en la cual para poder ingresar, había que tocar en clave, después de tocar se abrieron las rocas y entraron todas emocionadas, el mesero las instalo en el V.I.P donde se encontraban separa pero con una vista de todo el lugar , todas no dejaban de mirar la cueva, que estaba decorado con plantas, cascadas naturales, piedras exóticas, Tina se encontraba muy contenta porque estaba celebrando su despedida de soltera, la noche transcurría de maravilla, la festejada tuvo muchas sorpresas en el transcurso de la noche, las suricatas le llevaron a escondidas un velo de novia, ligeros y corbatines porque en esa noche sus amigas eran los hombres para ambientar la fiesta.
En la disco jungla había banda en vivo que estaba compuesta por un cocodrilo, león, tigre y una culebra cascabel, para animar la rumba el cocodrilo pronuncio que a la mesa más animada le regalaría un botella de coco sabrosón una bebida especial del lugar, la disco jungla estaba en un momento de celebración que cualquiera de los animales que estuvieran se las podían ganar, pero la mesa ganadora fue la de las suricatas, toda la noche transcurrió muy bien, hasta que el mesero dijo que era hora de salir de la cueva.
Todas salieron muy contestas y la festejada feliz porque había estado con sus amigas, pero lo que ellas no sabían era lo que les estaba esperanda a la salida, se encontraron al pelotón del ejercito de las suricatas que había mandado la reina sor, todas se quedaron pasmadas, y el pelotón las hizo caminar hacia la manada, donde se encontraba la reina con los padres de estas, pasaron las horas y al fin llegaron al reino, cuando la reina las vio las saludo con una fuerte sonrisa y un gran abrazo, diciéndoles que gracias a todas había recapacitado del error que había cometido de no dejar celebrar ocasiones tan especiales y decreto en el reino de las suricatas que todos tienen derechos a celebrar sus fechas especiales.

Realizado por: Karina Navarro