Viajar al sexo es viajar a la creatividad, es recorrer con delicadeza y detenimiento cada parte, disfrutar de cada sensación, llegar al punto donde los 5 sentidos se encuentran y todo se vuelve perfecto. Viajar al sexo es adentrarse en otro cuerpo, otra mente, provocar para apreciar. Es conocerse, es experimentar, aprender a amarse y a amar, volverse más humano.
Cuando viajas al sexo te olvidas del mundo, tus emociones se desbordan, llegas a un lugar indescriptible, sin imperfecciones… Lastimosamente yo no he podido viajar al sexo. Lo que escribo me lo han contado, me han descrito con expresiones lo vivido. He comprendido que es un lugar al que no todos llegan del mismo modo, quizás porque dicen que todos somos diferentes. Pero si todos quieren llegar al sexo, entonces no somos tan diferentes. Nos une nuestro cuerpo, nuestra mente por la que siempre pasan ideas locas y desbordadas de nuevas aventuras… Pero no debería decir “nuestra”, porque por mi mente nunca pasan esas ideas. No vendo mi cuerpo ni muestro mi alma, no creo en palabras ni en ideas falsas. Tal vez lo que me hace falta es un verdadero viaje al sexo… así podría describirlo con expresiones propias y no prestadas.
Yo no quiero morir sin haber viajado a ese famoso lugar llamado sexo, deseo que alguien, un ser que no conozco, me guie por el camino indicado, me haga sentir lo que todos dicen que sienten, imaginar lo que todos dicen que imaginan, tener locas aventuras para siempre recordar. Yo quiero tener sexo, sexo con o sin amor, pero sexo al fin.
Excelente mirada y desde el punto en el que la contás se vuelve mágica. Eres honesta y eso hace más bello el texto, que fluye sin tabúes ni predisposiciones.
ResponderEliminar