En un país como Colombia que se encuentra sumergido e una gran injusticia de clases económicas y democráticas se evidencia una serie de atrocidades que golpean y hunden a la democracia del país, siendo esta en teoría una de las más exitosas en el mundo, puesto que, es un “modelo” a seguir por ser una constitución que consagra el Estado de Derecho, las libertades individuales y una democracia participativa. Esto es verdad, al menos en el papel.
En Colombia la realidad muestra otra cosa en cuanto a la democracia, ya que, la injusticia y el incumplimiento no se quedan atrás. Un ejemplo claro fueron los resultados de las elecciones realizadas el domingo 14 de marzo, donde se evidencia el engaño al que estamos atados los colombianos, aun que nosotros hagamos parte de el. La compra de votos, la deficiente capacitación de los jurados y jueces, además de una serie de situaciones irregulares que dieron pie para que el pueblo siga en descontento con el manejo que se le da a la política colombiana.
MARIA CRISTINA LLAMAS
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