Y cada vez que el narrador intentaba, seca ya la fuente de su inspiración dejar la narración para el día siguiente, y decía: "El resto para la próxima vez", las tres, al tiempo, decían: "¡Ya es la próxima vez!"

Alicia en el país de la maravillas. Lewis Carroll

lunes, 3 de mayo de 2010

“Los hombres que no amaban a las mujeres”


“todos tenemos secretos, solo se trata de develarlos”

Con grandes dosis de realidad, una cruda realidad, el director Niels Arden Oplev logra de una manera brillante, envolver al espectador en esta adaptación cinematográfica de género negro y misterio. Cada elemento implícito dentro de la película, logra involucrarnos con la historia cuya intención es mostrarnos una realidad Sueca, repleta de corrupción, maltratos y violencia hacia las mujeres.

Fueron dos cosas las que principalmente llamaron mi atención. La primera es la forma impredecible en la que ocurren los hechos, que son mostrados con una crudeza y fidelidad a una realidad violenta que de cierta forma me hizo sentir involucrada con la historia. El sonido es clave y recrea perfectamente el drama de cada situación.

Lo segundo, fue el personaje Lisbeth Salander, es el hilo conductor de la película y su actuación es excelente, su papel logró interesarme en lo que le sucedía.

Su aspecto, su rudeza, su insensibilidad aparente, resentimiento, fuerza, las duras situaciones por las que tiene que pasar y la forma en que las resuelve (admiro esa determinación) le dan a este personaje una gran importancia en la película. Me atrevería a afirmar que sin su actuación, la película no causaría el mismo impacto, también podría inferir, que la realidad de los hechos que investiga le ha tocado vivirlos y por eso es un personaje totalmente inmerso en la historia que trabaja y lucha contra esa realidad cruel.

Es interesante la forma en que se oculta su pasado y se muestra sin censura las impresionantes situaciones por las que pasa, esto le aporta intensidad al filme e intriga por conocer lo que pasa con ella y su reacción.

La actuación de Lizbeth, el orden de los hechos y la manera en que estos se presentan, lograron involucrarme bastante con la historia, porque no es la típica película que trata esta temática de una forma superficial, limitándose a mostrar el caso y el proceso para resolverlo, sino que va más allá al utilizar a uno de sus personajes (Lizbeth), como una víctima, símbolo de todo el sufrimiento y represiones a causa de actos violentos y destructivos que la han convertido en el reflejo de el sufrimiento y valentía, lo cual intensifica el drama, y nos arroja al mismo tiempo, datos de una cotidianidad que todavía se vive a causa de la discrimacion, maltrato y violencia hacia la mujer.


Juliana Gonzalez Diez

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