Carta escrita por un Anónimo durante un viaje Descubriendo a América
Querida Josefa
Que ironía pensar que de tanto navegar sin un rumbo fijo, este sea el único recuerdo de tu imagen que pase por mi mente.
Cuando nos despedimos en el muelle estaba conciente que que tal vez este sería un viaje sin retorno, pero allí estabas, llorando y viendo como el mar nos separaba y aullentaba nuestras últimas ansias de estar juntos.
Te escribo esta carta con la incertidumbre de poder volver a verte algún día, poder abrazarte y conocer a nuestro primogénito Miguel. Son muchos los recuerdos pero pocas las imágenes que me llegan de tu hermoso rostro, en mis venas corre el miedo de que algún día tu imágen se borre de mi mente.
Los días son eternos, hasta nuestro Capitán Cristobal ha perdido toda esperanza de encontrar tierra firme. El otro día Antonio, mi compañero de proa le gritó al Capitán !Tierra a la vista! !Tierra firme!; en mí desperto la alegría de que al fin podría retornar a España contigo mi dulce amada, pero todo fue una ilusión, todo producto del hambre que sufrimos toda la tripulación, sufrimos toda clase de males, enfermedades que hacen que muchos de nuestros compañeros solo sean comida para tiburones.
Amada Josefa disculpame, tal vez este no sea el mejor momento para contar malas noticias, pero de igual forma necesito desahogarme y lanzar en palabras lo que siento, de igual forma sé que esta carta se quedará solo en letras escritas que nunca leerás por que como alcanzas a notar no contamos con un mensajero dispuesto a entregarte mis palabras convertidas en letras, tan solo queda el borroso recuerdo que mi mente refleja de tu imagen. Oh! Cuanto quisiera estar contigo y poder abrazar a nuestro hijo.
Te amaré por siempre en mi mente
Sos Juan David?? Buen texto
ResponderEliminar