Y cada vez que el narrador intentaba, seca ya la fuente de su inspiración dejar la narración para el día siguiente, y decía: "El resto para la próxima vez", las tres, al tiempo, decían: "¡Ya es la próxima vez!"

Alicia en el país de la maravillas. Lewis Carroll

jueves, 11 de marzo de 2010

HISTORIA EN UN BAR

POR: ALEJANDRA CORTES MARIN.

Sucumbe la noche y llega la luna, los lobos esperan para calmar su hambruna, vestidos de seda se dan una vuelta y encuentran un sitio que su curiosidad despierta.

Poco a poco en el adentran y disponen sus cuerpos para beber cerveza, ocupan su sitio y allí se quedan, marcan territorio como todas unas bestias.

El alcohol penetra en sus venas y en su cabeza y hace de su ser lo mas frívolo y loco de la naturaleza.

A lo lejos se ve su presa una loba de pies a cabeza, que muestra sus tetas y danza con gran belleza, eso nadie lo niega, se exhibe y se toca para provocar destrezas, en los lobos que tienen en ella su mirada bien puesta.

De inmediato ataca el primero y la embriaga hasta que algo le suelta, un beso, el brassiere o un cuco que inquieta, eso solo lo sabe el primer lobo que se avienta.

Llega el segundo lobo y ataca sin crudeza, se la lleva al cuarto obscuro y en un rincón la penetra, se la come y ni una sobra deja, pues la loba esta tan buena que se merece hasta que la desaparezca.

Llega el tercer lobo y con otros ojos la ve y por supuesto la besa, pues esa oportunidad no la pierde ni por lo mas mínimo de su existencia, es que esa loba esta muy buena, pero tiene algo mas que a el le interesa y se queda con ella esperando a que aquel sitio cierre sus puertas.


2 comentarios:

  1. Esta es una historia dedicada a todas las lobas de la sociedad y los lobos que buscan sus presas.

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  2. y donde quedamos los cachorros y los aprendices?

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