Y cada vez que el narrador intentaba, seca ya la fuente de su inspiración dejar la narración para el día siguiente, y decía: "El resto para la próxima vez", las tres, al tiempo, decían: "¡Ya es la próxima vez!"

Alicia en el país de la maravillas. Lewis Carroll

sábado, 13 de marzo de 2010

LA DIVINA ELECCIÓN

Es tan fácil optar por hacer parte del montón y caer en las trampas de lobos con cara de oveja, abrir los ojos, los oídos, y la mente no es para autómatas, los intereses del pueblo, los intereses de Dios, jajaja, de verdad? O mas bien los intereses de hombres sin escrúpulos que ponen caras ridículas para ganar adeptos?, es increíble el cinismo de sus expresiones, la propaganda, la ciudad atestada de esas horrendas caras que revelan a gritos sus verdaderas intensiones, sin embargo las promesas quedan bien, a la gente le gusta que le endulcen el oído, pero mas le gusta creerse palabras disfrazadas de bondades, pura ilusión que se la lleva el rio.

Todo será perfecto, la salud, la vivienda, la educación, la seguridad, el empleo, de esto y de aquello habrá como arroz, y la fecha de vencimiento por ninguna parte, claro está en poco dias éste se ha podrido.
Palabras bastan para que el sol salga de nuevo, pero las acciones valen más que aquellas, las palabras pasan como el tiempo, como el agua entre los dedos.

Y llega el día del espectáculo, y muchos no solo van al circo sino que además participan de la función, malabaristas, trapecistas, domadores actúan en un montaje previamente organizado, y que mas da si se ríen de ellos?, si a cambio un hay “gran” premio, por la plata baila el perro, aunque después pierda mas de lo que le dieron.


Estefanía Viña Marín








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