Y cada vez que el narrador intentaba, seca ya la fuente de su inspiración dejar la narración para el día siguiente, y decía: "El resto para la próxima vez", las tres, al tiempo, decían: "¡Ya es la próxima vez!"

Alicia en el país de la maravillas. Lewis Carroll

miércoles, 3 de marzo de 2010

Melancolia

¿Somos como aparentamos ser o son solo fachadas que tenemos dependiendo del ambiente o publico que nos rodee? … ¿Asumimos las mismas actitudes cuando se comparte con la familia a cuando se comparte con amigos?, como dice la ética, que concuerde lo que haces, dices y piensas… pero… ¿qué tan cierto es esto?
No te abruma nada, todo lo tomas con calma, sereno y tranquilo como cuando caen las hojas de los arboles, tan flemático y sumiso que los demás pueden sentir esa paz exterior que manejas, ¿qué tan exterior puede ser esta paz?, tan exterior que lo que te hace relucir por fuera, es lo que te opaca por dentro, la armonía que reflejas externamente, en tu interior, se convierte en la angustia de todas tus penas, los recuerdos de lo que se perdió o no pudiste tener, la frustración de saber que pudiste haber luchado por algo y que lo desaprovechaste porque simplemente creíste que en su momento no valía la pena, la desagradable sensación de darte cuenta que dejaste pasar una gran oportunidad, la gran depresión del sentirte solo, sin nadie con quien contar o simplemente hasta el amargo sabor de una derrota te desequilibra, la conciencia, la razón y el corazón empiezan a estar en desacuerdo en la toma de decisiones, y esto genera un gran conflicto en donde la autoestima baja y el sentirte inconforme con lo que haces aumenta de manera considerable, y… ¿que sigue después?... Esos interrogantes que nunca tienen respuestas, la impotencia de no poder cambiar las cosas como las quieres, la rabia del ver sufrir a un ser que amas, de no haber cumplido tus metas, de que no te superaste, que ni siquiera lo lograste, de ver como en la vida unas veces se gana y otras se pierde y como poco a poco te llenas de desesperanza y son menos las soluciones... ¿Soluciones? ¿Cuáles son tus soluciones? Fáciles, difíciles, largas o cortas, brillantes o inútiles, cuerdas o locas… En este proceso de encontrar una solución, llega nuestro peor enemigo, la desesperación, en donde la ira y el enojo son factor común en nuestras actitudes, entrar en cólera se vuelve costumbre, y las quejas pan de cada día; ¿hasta qué punto?
La mente es la potencia intelectual del alma, fuerte y poderosa que maneja todo tu cuerpo, mientras dejas que te invada y se apoderen de ti estos negativos sentimientos, en tu mente solo hay odios y resentimientos, que te llevan hasta la locura, hasta el borde del abismo, hasta volverte sanguíneo e impulsivo, dónde empiezas a generar miedo y desconfianza a quienes están contigo, y no vuelves a ser más que un peligro.

Daniel Urrea

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