Y cada vez que el narrador intentaba, seca ya la fuente de su inspiración dejar la narración para el día siguiente, y decía: "El resto para la próxima vez", las tres, al tiempo, decían: "¡Ya es la próxima vez!"

Alicia en el país de la maravillas. Lewis Carroll

miércoles, 17 de marzo de 2010

MELANCOLIA AL VUELO


Por: CARLOS ALEJANDRO PEÑA.

Las alas se mueven a la velocidad del viento, ocasionando una colisión entre el aire y el pequeño agitar de sus membranas y a la vez un retumbado opaco con poco ritmo lirico, insoportable para los adictos al buena eufonía, desapercibido para los transeúntes, es la leve descripción de canita una diminuta mariquita que detrás de sus colores vivaces, activos a la clarividencia de la retina plagada de “morriña” cargada de pecas con figuras ilustres del color opuesto al blanco, calando en un sentimiento sin causa. Llamado melancolía, esparciéndola como el polen de esplendorosas orquídeas llenas de beldad o quizá un trébol con su venganza desenfrenada o por qué no una valeriana con la capacidad de adaptarse a la soledad, al silencio de una mirada sin fin, canita a ardor cruzado es la culpable de que los sentimientos “alborozados” sean como un reloj que corre a la inversa ocasionado la hora opuesta y convirtiendo la alegría en melancolía…



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