(Léase con acento paisa)
Gorda vení, te voy a contar una cosa pero no le vas a contar a nadie, jurámelo que no le contás a nadie…
Imaginate que aquella terminó con aquel, como que se aburrió, en fin todo raro dijo que dejaran las cosas, ¿y adiviná qué?, ¡mas de buenas! ése otro la invitó pa´ Cartagena y mija ni corta ni perezosa se fue, ¡no!, eso creo que pasaron de lo lindo, mejor dicho que qué fin de semana.
Playa, brisa y mar, y yo creo que hasta más, pero ella no quiso contar, ¿pero vos creés? obvio que sí.
No, pero lo mejor: imaginate que cuando llegó la llamó aquel, arrepentido que volvieran, y claro, suáquetes, la boba que cae. Dejó a ése otro animado y sin plata.
No, pero lo mejor de lo mejor: imaginate que aquel pa´ que lo perdonara, adiviná qué!... la invitó pa´ Cartagena, y adivina dónde andan. ¡Ah!. Pero ojo pues …
¡Ay! mirá aquella donde está… Oiste vení. Te voy a contar una cosa, pero no le vas a contar a nadie…
El juego se insinúa interesante pero se quedan cortas, podría incluir algo que tiene el chisme que es la sorna, la envidia, lo malaleche. Contar algo de cómo iba a los mismo lugares en Cartagena que había ido con el otro y cómo eso la hacía ver como una (prepa..guaricha o como una mujer de mundo) en fin me extraña que tres avezadas comunicadoras, se ahoguen en esta triangulada historia
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