Y cada vez que el narrador intentaba, seca ya la fuente de su inspiración dejar la narración para el día siguiente, y decía: "El resto para la próxima vez", las tres, al tiempo, decían: "¡Ya es la próxima vez!"

Alicia en el país de la maravillas. Lewis Carroll

sábado, 26 de febrero de 2011

Mi primera vez y hasta ahora la última…

Una tarde luego de una larga y deliciosa siesta, me levante aún con mucha pereza y sueño, pero mi estómago más que mi cabeza quería recibir atención; me fui para la cocina para ver que preparaba de comer, en ese instante me di cuenta que aparentemente estaba sola en casa, ya que no escuchaba la música tormentosa que le gusta a mi hermana aleja del medio, ni a mi hermana Carol la menor pegada del teléfono. Saque algunas galletas, cuando me dirigía a abrir la nevera para sacar algo de jugo, sentí que cerraron una de las puertas de algún cuarto de la casa, no estoy sola, pensé! ; abrí la nevera, serví dos vasos de jugo, y cuatro galletas, para darle a alguna de mis dos hermanas que suponía yo, que estaba en casa, ya que si estuvieran las dos, al menos la menor, al escuchar el sonido de la bolsa de las galletas ya estuviera en la cocina conmigo, para que le diera; supongo que será aleja la que está en el cuarto, me dirigí a su cuarto con el jugo y las galletas, abrí la puerta y estaba envuelta en la cobija hasta la cabeza, me pareció raro ya que ella nunca duerme así, pero más sin embargo le deje el jugo y las galletas en el nochero, no le dije nada y Salí; me senté en la sala a comer y ver televisión, más o menos a los quince minutos, tocaron la puerta de la casa, me pare abrir y era Alejandra diciéndome que había dejado las llaves de la casa, en ese instante me paso por la mente, el momento en el que entre al cuarto de ella y vi en su cama a quien yo creía que era ella y le deje el jugo y las galletas, mi hermana siguió su rumbo para su cuarto, salió y me dijo : La próxima vez que comas en mi cuarto , no me dejes las cosas ahí, y se fue con sus llaves.

Yo aún seguía parada en el mismo lugar, no era capaz de moverme, pensaba si era una broma, o que eran solo almohadas lo que yo había visto en la cama, pero si eso hubiera sido eso, ¿porque ya no estaba el jugo y las galletas, como las había dejado?, cuando por fin me pude mover, no sé de donde sentí un gran valor y fui al cuarto de aleja, abrí la puerta y ya no estaba aquel bulto, solo el vaso vacío, y el papel de las galletas, aun con pequeñas harinas alrededor…

Ese día supe y sentí, que algo sobrenatural estuvo en mi casa, ¿que fue? No lo sé, solo sé que esa fue la primera vez que me paso y hasta ahora la última…

N° 28 Lau Vásquez

1 comentario:

  1. Buena historia, Sólo revisa la puntuación y uno que otra tilde, Aleja con A mayúscula al principio, pero me encantó y que susto...

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