Y cada vez que el narrador intentaba, seca ya la fuente de su inspiración dejar la narración para el día siguiente, y decía: "El resto para la próxima vez", las tres, al tiempo, decían: "¡Ya es la próxima vez!"

Alicia en el país de la maravillas. Lewis Carroll

sábado, 26 de febrero de 2011

Visita al bar

Numero 29
Bar
Después de atravesar una pequeña puerta se siente el típico calor de todos los bares con su olor a licor y sudor. Cuanto extraño los momentos en que estaba permitido fumar en los clubs. Así solo sentía el olor a tabaco y todos los otros quedaban por fuera. La iluminación es la adecuada, ni muy poca ni mucha como para ver más de lo que por el momento me gustaría.
Se acerca un mesero que a mi parecer no tiene muy claro la dinámica del sitio, pero igual sin decir nada respondo a su pregunta de que quiero tomar. En el lapso de tiempo entre la pregunta y la respuesta pienso que debe ser algo muy suave pero que en precio me permita alcanzar el consumo mínimo que pide el lugar. Pienso que lo más conveniente será consumir un cocktail seria muy incomodo estar borracha, sola y en este lugar.
Me toma un buen tiempo ajustarme o talvez no logré hacerlo realmente. Para empezar a percibir el espacio le di prioridad al sentido de la escucha. La música es suave, no es una prioridad creo que se viene más a otras actividades que ha hablar. El ruido es mínimo más bien se escuchan una que otra conversación debe ser que aun es temprano.
Decido darle un poco de gusto al sentido del gusto ya que tengo el la mesa mi Cosmopolitan. Empiezo a observar muevo mis ojos de un lado al otro pero rápidamente, no quiero incomodar a nadie con una mirada penetrante pero si tengo la intención de obtener la mayor cantidad de detalles. No se si es la fecha de San Valentín o soy la única persona sola en este lugar. Todas las personas parecen estar en parejas, algunos vienen solo y otros se saludan como si fueran amigos de toda la vida y este su club de encuentro cotidiano.
Ya ha pasado algo de tiempo y las cosas comienzan a moverse y a cambiar, pero aun me falta el sentido del tacto y el olfato. Por lo cual le doy prioridad al tacto y decido quitarme la toallita que me dieron al ingreso y comenzar con las propuestas del espacio …

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