La casita del horror nunca ha sido “casita” y tal parece que dejara de ser horror, porque hasta donde yo sé, nadie le teme a lo nuevo, a lo remodelado, a lo recién construido.
La casita del horror se quedó en el ayer, en la memoria del que la habitó y en los mitos que la gente creó, porque cuando el telón verde caiga y el cemento ocupe su lugar, la casita del horror solo será historia y recuerdo para las generaciones que atemorizó y un don nadie para las que verán su nueva cara. (#16)
Super es la facultad de Medicina, el edificio de Morfología (estudiar cadáveres) de la UdeA y le das otra vida con el comentario.
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