Y cada vez que el narrador intentaba, seca ya la fuente de su inspiración dejar la narración para el día siguiente, y decía: "El resto para la próxima vez", las tres, al tiempo, decían: "¡Ya es la próxima vez!"

Alicia en el país de la maravillas. Lewis Carroll

viernes, 25 de febrero de 2011

MI PRIMERA VEZ FUE…...

….Cuando se llego el momento crucial y definitivo sentía un temblor que invadía todo mi cuerpo, como dice Cerati en una de sus canciones, sólo que ésta vez no quería que nadie me despertara. En esos instantes lo único que pasaba por mi mente era adrenalina al 100 % invadiendo mis neuronas y distribuyéndose al doble por todo mi cuerpo, como si en mi cabeza hicieran mitosis y de cada una saliera el doble; lo más inexplicable era que la sensación que sentía nunca la había llegado a sentir y en realidad con lo único que la puedo asociar es como si por mis venas hubiese entrado un veneno y que al hacer reacción con mi adrenalina provocaba un efecto totalmente extraño en mi, el cual hacía que me impulsara de una vez para dar el inicio al tan anhelado momento.
El paso de los minutos sonaban en mi cabeza, lo cual se convertía en lo único racional de aquel momento, era demasiado gracioso pensar que así estuviera en un estado de éxtasis previo al acontecimiento, siempre iba a existir algo que me hacía sentir los pies en la tierra. Esos minutos creaban cierta expectativa en mí y me hacían llegar esporádicamente una que otras incógnitas, pues cuando menos me lo esperaba, pensaba será que sí estoy haciendo lo correcto? Ó a caso debo seguir con el paradigma que tienen todas las mujeres?, cada vez que se me empezaba la intriga, me provocaba ponerme mi ropa y salir corriendo, pero había algo más que me decía en ese momento que la vida era de extremos y que a veces había que vivirlos, sencillamente eso era lo único que me reconfortaba.
Pasados los minutos de espera y de observación total hacia el objetivo, se había llegado el momento crucial y pues así como mi vida que es una película llena de escenas, esta escena tenía su banda sonora, la cual empezaba a rodar inmediatamente que di el primer paso, ese paso que no tiene reversa, porque cuando ya lo diste demostraste la valentía que tenías para asumir riesgos y afrontar cualquier tipo de situación, además no iba a permitir que fuese por burlada por mi inseguridad, pues era ahora o nunca!
Y así fue, decidí continuar con la marcha y me temblaban los pies, no podía coordinar el movimiento de mis manos, sentía que iba a dar la impresión de que era una tonta y además de eso que era una primípara en ese sentido, pero seguí y cuando por fin lo pude tocar con mis manos, sentí la sensación de poder imparable y de agresividad, era sólo mío y de nadie más, lo que me hacía sentir un poco de excitación.
Las sensaciones de temor y dudas empezaron a perderse, ya sólo quedaba la ansiedad por hacer las cosas bien y como dice el dicho conté con la famosa suerte de principiante, porque en el primer partido de rugby de mi vida hice el try que nunca me imagine hacer, además tuve el valor de seguir siempre adelante y no desfallecer ante los primeros golpes y raspones que me propiciaban las jugadoras del equipo contrario.
Sencillamente a pesar de tanto dolor que me quedó a las 2 horas de haber terminado el partido, me di cuenta y pude responderme todos los por qués que me hacía mi familia y mis amigas, me di cuenta que no había nacido para jugar tenis de campo como decía mi mamá o quizá para ser gimnasta, me dí cuenta que lo mío era la adrenalina, los golpes, la sangre, el dolor de perder un balón, el dolor de sentir un tackle en tus costillas, de esos que no te dejan pararte inmediatamente y de los que te quitan el aliento, de los que no te dejan amarrarte los cordones por un mes por el dolor tan insoportable que te produce, pero que al mismo tiempo te hacen sentir vivo, como explicar la sensación de solidaridad a mi familia, si ninguno de ellos se ha hecho echar de un partido por defender una amiga que la han golpeado injustamente.
Quizá piensen que no existe una razón para jugar al rugby y que soy una masoquista, pero sin más ni menos el rugby lo juego con el corazón, con mi corazón en la mano los 80 minutos de un partido y las sensaciones que me genera tener un balón en mis manos, tacklear a alguien o hacer un try, son sensaciones que nunca encontraré en un placer pasajero ni permanente.

21.

2 comentarios:

  1. Bien contada y con mucha expectativa, le ayuda a la tensión.. mírala en imagen, la hacemos???

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  2. JAjaa, sería súper hacerla en imagen y mas la parte del temblor en mi cuerpo y en mis piernas!

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