Y cada vez que el narrador intentaba, seca ya la fuente de su inspiración dejar la narración para el día siguiente, y decía: "El resto para la próxima vez", las tres, al tiempo, decían: "¡Ya es la próxima vez!"

Alicia en el país de la maravillas. Lewis Carroll

sábado, 26 de febrero de 2011

En el mismo bar...

Luego de una semana tan agitada, quería hacer algo que no fuera llegar a mi casa a dormir como casi todos los viernes; así que salí de mi última clase, me encontré con una amiga y le dije que nos fuéramos a tomar algo, ya que a pesar del sueño y cansancio que tenía, no quería irme a la casa.

Llegamos al mismo bar, aún era temprano y estaba prácticamente vacío, solo vimos dos viejas y un man, organizando ese rincón, el mismo rincón en el que misteriosamente siempre celebran los cumpleaños; sin darle mucha importancia a eso, nos sentamos en un sofá el cual daba a todo el frente de la entrada del lugar, el mismo sofá en el cual me siento cada vez que voy.

Dirigí mi mirada hacia la barra, y veo que apenas están terminando de organizar todo, solo logro ver 2 mesas y el barman organizando todo en la barra. Apareció el mesero y nos pregunta que vamos a tomar, miro su cara y es Pipe, si Pipe, el de la U, el que siempre me atiende, y me pregunta: ¿dos redd´s?... mi amiga dice que sí, pero no, yo no quiero hoy, quiero algo más fuerte, así que le pido un tequila preparado.

Mientras esperamos que llegue el pedido, subo a donde está el baño, noto que ya tienen todo organizado y dispuesto para cuando llegue toda la gente, 10, quizás 12 mesas, 4 sillas en la barra, el pc programado con la música, un plasma con videos y sonando un vallenato, vaya que sorpresa, no me extraña para nada.

Cuando salgo del baño, veo dos parejas en las mesas del balcón, y a Pipe sirviendo nuestra mesa, ummm, tequila con hielo, que delicia, apenas para este cansancio, pienso!!!

Eran las 9:00 pm y ya había 4 mesas solo con mujeres, y otras 5 ocupadas por parejas, voy en mi tercer tequila y mi amiga apenas terminando la segunda cerveza de la noche; sigue entrando gente, grupos de mujeres y hombres solos, parejas, unos entran suben las 10 escalas que hay y salen al instante, otros se quedan esperando que llegue a su mesa “la cajita azul”.

Son aproximadamente las 10:30 pm, voy ya en por el quinto tequila, y siento que ya el cansancio que deseaba alejar de mí, por el contrario me ha poseído; ya el sitio está a reventar, pero del cumpleaños aquel, jum, nada, solo los 3 organizadores y un par de amigos más, a nuestro lado una pareja y arriba, si, arriba no cabe un alma, solo se ve gente bailando, cantando, gritando, botellas y copas se escuchan al brindar, los meseros ya no dan abasto y en nuestra mente solo hay una duda, “¿Qué pasa con Jaime y Andrés que no llegan, quedaron de estar acá a las 10 y nada que aparecen, será que les paso algo? Justo en ese momento entran, menos mal, ya iba a ir a llamarlo.

Un abrazo, un beso, y la típica pregunta ¿Por qué se demoraron tanto? Nos explican que se habían pinchado, pero nada de gravedad, por lo menos ya están aquí, para llevarnos a nuestras casas.

N° 28 - Lau Vásquez

1 comentario:

  1. Buen texto, tiene ritmo y hace que queramos saber que pasa,... Jaime y Andrés son los choferes???

    ResponderEliminar